Las ollas de cocción lenta es un tipo de menaje que por sus características como electrodoméstico conectado a la red eléctrica permite mantener la temperatura constante durante largos periodos de tiempo. Suele colocarse en las encimeras de las cocinas y sirve para elaborar alimentos con cocciones prolongadas. Su técnica de cocina es opuesta a las ollas a presión pero tiene algunas ventajas frente a ellas.
¿Qué es una olla de cocción lenta?
Una olla de cocción lenta es una máquina eléctrica que consiste en una olla de cerámica, ya sea redonda u ovalada, cubierta con una tapa, generalmente de vidrio para ver a través. La olla está diseñada de tal manera que puede dejarse funcionando mientras estás fuera. Una resistencia eléctrica calienta uniformemente la olla de cerámica para que la comida del interior se cocine. Aunque a algunas personas les preocupa que la electricidad en la olla pueda causar daños a sus casas, sepa que la unidad eléctrica tiene una potencia tan baja que es seguro dejarla encendida mientras está con otros asuntos. De hecho, una lámpara puede tener una potencia más alta que una olla eléctrica, ¡tan baja y segura es!
La olla de cocción lenta, también conocida como olla de barro, fue inventada en 1936 cuando Irving Naxon presentó una solicitud para un equipo de calentamiento de alimentos. Un año después recibió la patente y llamó a su dispositivo Naxon Beanery. La idea de la olla llegó a Naxon después de hablar con su madre; ella le contó sobre una técnica de cocinado de la comida que tomó horas y horas, por lo que pensó que sería una buena idea crear un dispositivo que lo hiciera solo, un utensilio que ayudaría a su madre a calentar su plato favorito y a muchas otras personas para hacer lo mismo. En la década de 1970, Rival compró la patente de Naxon y la renombró crock pot. Lo suficientemente interesante, fue el anuncio de la primera olla de cocción lenta que decía: “cocina todo el día mientras estás ausente”
Beneficios de la cocción lenta
Cuando se habla de cocción lenta, suele pensarse en la cocina a la vieja usanza, en los guisos que preparaban nuestras madres o abuelas, puestos al fuego durante horas. Actualmente, no disponemos de tanto tiempo y parece casi imposible poder llevar una alimentación como la de entonces. En casi todos los hogares pueden encontrarse platos precocinados y electrodomésticos como microondas, robots de cocina y ollas exprés, para dedicarle a la cocina el menor tiempo posible. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, cada vez son más las personas que quieren volver a los orígenes y cocinar de una forma más lenta. ¿Pero por qué? ¿Cuáles son realmente los beneficios?
1. El tiempo
Al contrario de lo que pueda parecer, la cocina lenta con Crock-Pot ahorra mucho tiempo. Simplemente hay que poner los ingredientes en la olla, encenderla, seleccionar la temperatura y programar el tiempo de cocción (si el modelo dispone de esta opción) pero siempre se pueden usar programadores de tiempo, en los modelos analógicos tanto para iniciar como parar en funcionamiento. Después, una vez finalizado dicho tiempo, la máquina se encargará de mantener la comida caliente durante horas hasta que se desconecte manualmente. De este modo, no solo se ahorrará tiempo en la preparación, además, tampoco será necesario perder el tiempo en vigilar la máquina. En algunos casos, puede que sea necesario algún otro paso previo, como sellar la carne o hacer un sofrito, pero en la mayoría de las recetas bastará con introducir los ingredientes.
2. La textura
Con la cocción lenta, la textura de todos los alimentos es más tierna, las carnes se gelatinizan y se vuelven más jugosas, aún estando largos períodos es más difícil la sobrecocción y se obtienen estupendos resultados incluso cuando se utilizan carnes con nervio y grasa, las verduras salen tiernas y deliciosas, y las legumbres se mantienen enteras, mientras que en su interior quedan suaves como la mantequilla.
3. El sabor
El sabor que proporciona a los platos la cocción en slow cooker es incomparable con el que resulta al utilizar cualquier otro tipo de olla o robot de cocina. Prácticamente todo el líquido que se evapora se condensa en la tapa y lo devuelve produciendo menos pérdidas de nutrientes, también se mantiene mejor los sabores y aromas puros de los productos. Después, el calor de las paredes se encarga de distribuirlos, haciendo que todos los ingredientes tomen sabor de los demás y el resultado final es mucho más sabroso.
4. Alimentación más saludable
En olla de cocción lenta, al no utilizarse altas temperaturas, hace que los alimentos conserven mejor sus vitaminas y algunos de sus nutrientes. Además, las vitaminas que son solubles al agua y que se suelen perder durante la evaporación, en este caso se condensan en la tapa y vuelven de nuevo a la olla en estado líquido. Otro factor que puede repercutir en nuestra salud es el material en el que se cocina. Algunos materiales antiadherentes pueden tener elementos tóxicos como el BPA modernos o con el tiempo pueden desprender sustancias nocivas para el organismo. Esto, sin embargo, no ocurre con la Crock Pot, ya que en su interior solo se usan materiales tradicionales no perjudiciales para la salud, como el gres, la cerámica o la terracota.
5. Facilidad
En la olla de cocción lenta, no hace falta ser un experto cocinero, incluso las recetas más sencillas quedan con resultados espectaculares. el método suele ser añadir tanto líquidos como sólidos a la vez, de modo que no hay que complicarse en dedicarle a cada ingrediente un tiempo, como ocurre la mayoría de veces en cocina convencional, ni siquiera hay que estar pendiente para añadir más líquido porque no se evapora. Solo hay que poner y esperar el tiempo sin estar pendiente en la mayor parte de recetas.
6. Consumo eléctrico
Aunque este electrodoméstico pase muchas horas encendido, ello no supone un aumento de la factura de la luz. Al contrario, el consumo eléctrico de una olla lenta depende del modelo y de la función usada, pero consume muy poco generalmente, unas veinte veces menos que una vitrocerámica, horno o inducción.
7. La seguridad
A pesar de ser un aparato electrónico, y gracias a que trabaja a muy baja temperatura, no hay que preocuparse por dejarlo encendido durante horas y sin vigilancia. Podrás dormir, salir de casa o dedicar tu tiempo a lo que quieras. En la olla lenta nada puede salir ardiendo.